Física de las abducciones ( II parte)
La introducción del concepto de Consciencia ordena todo.
A pesar de todo lo expuesto hasta ahora, aparece todavía oscuro qué se entendía por "ser viviente" y qué le da a éste, en la rejilla holográfica, los grados de libertad que el resto del Existente pareciera no tener.
Estos derivan de la introducción del eje de la Consciencia: sólo aquello que posee Consciencia, osea tiene dentro de sí la Realidad Real y no aquella virtual, puede ser considerado "ser viviente". El resto no es viviente. Esta es mi definición de "vida": la vida es consciencia. Un pez es consciencia, un alienígena es consciencia, un humano es consciencia, pero un refrigerador no, un ordenador tampoco.
Lo dicho hasta aquí describe la virtualidad como proyección de la Realidad Real, la Consciencia, sobre un telón cinematográfico que tiene, como ejes, los del Espacio, del Tiempo y de la Energía, bien visibles bajo forma de colores que las imágenes asumen. Veremos que el modelo color-universo será dentro de poco muy útil; se trata de una tentativa de visualizar con imágenes tridimensionales aquello que tiene muchas más dimensiones.
Ahora ha llegado el momento de hacer unas cuentas sobre la virtualidad, mientras la Consciencia está observando, divirtiéndose por la inutilidad de ésto.
LAS DIMENSIONES DEL UNIVERSO HOLOGRAFICO
Hasta ahora todo el universo virtual ha sido "esparcido" en un plano. Esparcir sobre un plano el Universo significa construir una red de puntos, los nudos cuánticos, que son los lugares donde la virtualidad existe y representan hipotéticos fotogramas de vida. Pero ni el espacio ni el tiempo ni la energía existen, siendo, según Bohm, componentes de la virtualidad: él sostiene que el Universo está todo en un sólo punto (universo no local, como dicen los físicos).
Entonces habría que preguntarse qué distancia gráfica existe entre un punto y otro de la rejilla. En el medio se sabe que no hay nada. Esto significa, talvez por ejemplo, que no se sabe cuantificar el agujero espacio-temporal que existe entre un evento y otro?. Si así fuera, habría que preguntarse qué sucede entre un fotograma y otro: el Universo se detiene y con él también nosotros, luego re-vive en el fotograma sucesivo, pero nosotros no nos percatamos?
Una discusión con un amigo podría así durar millones de años entre un fotograma y otro y nosotros no nos podríamos dar cuenta? Nos dormiremos al final de cada fotograma para despertarnos al comienzo del sucesivo, sin tener ninguna consciencia de aquello que existe en el medio? Claro, ésto sería lícito, porque en el medio no existe nada y la Consciencia no interactuaría con la parte virtual de sí misma.
En realidad estas preguntas no tienen ningún sentido teórico: entre un evento y otro no existe ningún otro evento y el hecho de dibujar los eventos como círculos de una rejilla, puestos a una distancia "x" uno del otro, es sólo una representación gráfica. Bien, pero, queriendo realizar una representación gráfica correcta nos podríamos preguntar cuán grandes son cada uno de los círculos y a qué distancia correcta los círculos vayan dibujados en el plano espacio-temporal.
A la segunda pregunta se podría responder con algunos datos proporcionados por la física contemporánea, utilizando los valores calculados por Max Planck, el cual se ha tomado el trabajo de calcular las dimensiones de todo lo pequeño que hay mensurable en el Universo.
Cuánto distantes están los eventos en el plano espacio-temporal holográfico?
Esta pregunta sin consistencia tiene una respuesta banal:cualquier distancia se adoptase entre dos eventos cuantizados sería gráficamente válida, porque entre un evento y otro no estaría la posibilidad de definir nada. Esto, en términos matemáticos, quiere decir sólo una cosa, que los eventos están todos en el mismo punto:no existe otra posibilidad que colocarlos todos en el mismo punto.
En otras palabras "esparcir" estos puntos en una superficie plana es sólo un truco que sirve a la mente para volverlos diferenciables y visibles contemporáneamente como eventos diferentes, y no como el mismo evento. De hecho la mente, si se colocan muchas cosas en el mismísimo espacio tridimensional, considera que exista una cosa sola, y no muchas superpuestas. Si dibujar distinguidos los eventos cercanos a lo largo de los ejes del espacio y del tiempo garantiza una mejor comprensión de la diferenciación de los acontecimientos, colocarlos uno superpuesto al otro da la idea que Bohm tiene del Universo no local, donde todo está en un único punto.
La teoría de las Supercuerdas necesita de por lo menos 10 dimensiones: las equaciones que describen la teoría de las Supercuerdas, para conectar la relatividad general con la mecánica cuántica, para explicar la naturaleza de las partículas, para unificar las fuerzas y así sucesivamente, tienen la necesidad de utilizar dimensiones adicionales respecto de las clásicas cuatro (tres espaciales y una temporal). Estas dimensiones, según los teóricos de las cuerdas, están completamente envueltas en el espacio encrespado en precedencia descripto por Kaluza e Klein. Los científicos se están ahora dando cuenta que una posición de la física cuántica es considerar que el Universo está congelado y que existan tres grados de singularidad, coincidentes con espacio, tiempo y energía, dotadas de dimensiones inusuales, las cuales pueden contener otras dimensiones incluyendo enteros Hiperespacios y Universos. Un argumento bastante complicado que, veremos, no se necesita para explicar lo que sucede en realidad, de los cálculos a los cuales recurren los físicos modernos. Mientras Bohm estudia la física del Universo Holográfico, Aspect confirma la posibilidad de que Bohm tenga razón, descubriendo que cada uno de dos fotones completamente desunidos uno del otro, a millones de años luz de distancia, sabe exactamente que sucede al otro. Eso tiene una sóla explicación:el Universo no es local y los dos fotones en realidad co-existen en el mismo lugar de los puntos. Pribram, neurofisiólogo, sostiene, además, que nuestro cerebro es un lector de hologramas el cual percibe el Universo en tres dimensiones, con las leyes físicas que gobiernan la física del holograma: el juego está hecho.
Las dimensiones del Universo
Pero cuán grande es el Universo? No crean que los científicos no lo han calculado en base a los datos, calculados a su vez por Plank.
Si razonáramos como siempre lo hemos hecho, nos encontraríamos frente a números muy grandes. Por ejemplo, nuestra galaxia, la Via Láctea, tiene un diámetro de apróximadamente 50 000 años luz, osea un fotón para atravesarla toda emplearía cincuentamil años.
Planck, desde su punto de vista, calcula rigurosamente cuanto sea, tanto el más pequeño de los objetos mensurables como el más grande del universo entero. Cálculos absolutamente rigurosos, y de acuerdo con la física actual, dan indicaciones precisas. Según Planck, de hecho, el tiempo
más pequeño mensurable es:
Donde h es la constante de Planck, G es la constante de gravitación universal y c es la velocidad de la luz. Siempre según Planck, el largo más pequeño mensurable es:
Estos son los valores más pequeños en la escala espacio-temporal, mientras que la energía más pequeña mensurable para Planck es:
Donde representa el más pequeño largo de onda mensurable, osea .
Planck indica además la masa más pequeña mensurable, que es:
En realidad ésta no es la más pequeña masa mensurable, sino que es la más pequeña masa que un agujero negro con el rayo de Scwarzschild al largo de onda de Compton y un largo efectivo par al largo de Planck, podría poseer; no la cosa más pequeña que existe, sino la cosa más pequeña y más llena de materia.
Ahora, si tenemos presente que el Universo tiene una edad estimada en segundos, podemos también decir que la edad del Universo es apróximadamente (tiempo de Planck).
Teniendo en cuenta todos los parámetros, un simple cálculo, aceptado por la física moderna, permite decir que el tiempo de Planck vale apróximadamente segundos
y el largo de Planck tiene un valor de metros.
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