Este conmovedor y profundo relato, no es ficción, es el testimonio que una abducida italiana, ahora liberada, ha querido compartir con todos.
EL DESPUES

Mientras escribo corre el año 2009. Quién lo hubiera dicho, hace seis años, que un día me habría encontrado en una disquisición sobre lo que representa el post-abduction?
Quién hubiera podido imaginar que un día todo habría sido solamente un recuerdo?
Nadie, probablemente.
Ninguno de nosotros sabe, en el momento en el que comienza el camino de comprensión del fenómeno, un trabajo de fortificación personal que desemboca luego en una "batalla" (o talvez se podrían invertir los términos, dado que es a menudo la "batalla" misma la que nos fortifica y nos hace crecer) si se puede llegar a la liberación, si existe realmente una salida.
Pero lo comprende en el camino.
Un paso después de otro, cada pequeña victoria nos lleva siempre más adelante. Y casi sin que nos demos cuenta, un día nos descubrimos libres, no ya víctimas pasivas de estos alienígenas que han siempre creído poseernos, pero que son, a pesar de ellos, llamados a asumir otro punto de vista: el Ser Humano no pertenece a nadie sino a sí mismo. Es una verdad incómoda en ciertos aspectos. Y no sólo para el alienígena. Tomar consciencia de pertenecer enteramente a sí mismo, no es poco.
Implica una toma de responsabilidad, entendida, no como grave peso a llevar, sino como respons-habilidad, capacidad para responder por la propia vida. En todo.
Ésto, talvez hace un poco temblar, vacilar como en el borde de un abismo, apenas uno se da cuenta que los alienígenas han sido excluídos de nuestra existencia, que tampoco los militares tienen más influencia sobre nosotros. Que las abduction han finalizado y que nadie vendrá más a interferir nuestra existencia. Después de una entera existencia condicionada por su intervención, luego que otros han decidido por nosotros en cada cosa, hasta aquellas que pensábamos que eran de nuestra sóla competencia, como las relaciones, la vida profesional, los estudios, los intereses, estamos obligados a hacer las cuentas con aquello que queremos en verdad. Con aquello que somos verdaderamente.Con nuestra esencia más profunda.
A veces se puede tener la tentación de volver a delegar en otros, por el miedo de no lograrlo. Con estos sentimientos en el ánimo, con estos pensamientos, se vuelve otra vez frágiles, y se arriesga a hacerse otra vez subyugar. Pero si se persevera y no se deja inmovilizar, entonces se descubre que la vida, así, vale realmente la pena ser vivida. Que cada día es una fuente de nuevas posibilidades y experiencias por vivir. Se conoce la embriaguez de la verdadera libertad!
Lo primero de lo que uno se percata es que una vez que se ha liberado de los parásitos, se está bien. Verdaderamente y por primera vez, con fuerzas, lúcidos, serenos.
Hay quienes se desembarazan en una sóla vez: fuera a todos! Para otros sucede en modo diferente, primero uno, luego los otros. Para mí ha sido así. El primero que hizo las maletas ha sido el lux, algún tiempo antes de encontrar a Corrado. Ringhio (gruñón) fué el segundo a quien le tocó hacer las maletas. A él lo siguió el Orange, la MAA hospedada en mi cerebro.
Antes de seguir con el relato quisiera detenerme en las sensaciones y en los cambios que se perciben cuando, uno a uno, estos alienígenas de adentro, dejan libre el espacio y la energía que antes retenían para sí mismos.

Un abducido que se libera de los parásitos, y tiene esta experiencia, estén seguros, que entienden de una vez por todas, y no se olvida más, la diferencia que hay entre el antes y el después.
Esta es la primera más evidente prueba de que algo ha cambiado. El silencio es algo bellísimo. Este tipo de silencio en particular. Luego mi segunda respuesta fué la traducción de una imágen que atravesó mi mente en aquel instante y que relaté así: "Era como si, antes de echarlo, viviera encerrada en una habitación en la que las paredes, y también el piso y el techo, estuvieran repletos de pantallas todas encendidas y sintonizadas en canales diferentes, con un gran bacanal de gente que quería decir cosas diferentes en el mismo instante. Mientras que ahora que el ser de luz no está más, las pantallas han desaparecido y en la habitación, no ya rumorosa, puedo escuchar las voces y los ruidos del mundo que está fuera. Puedo percatarme que existe algo distinto"
Naturalmente fué también un ganar en energía, dado que había un huesped menos que me la sustraía. Pero el efecto más claro en este caso fué el silencio.... un estupendo, Infinito Silencio.

He notado este control constante de parte suya, he notado que surge con extrema sutileza. Mientras, como veremos para la MAA, que ejerce otro fuerte control, se trata en general de interventos bastante pesados, de los cuales, haciendo un recorrido de conocimiento, se vuelve suficientemente fácil percatarse. Se insinúa por breves instantes en los cuales tú pierdes completamente consciencia de tí misma, por un tiempo suficiente para modificar tus acciones, o tus palabras, en la dirección que él quiere. Si mínimamente te desvías de su plan de acción (algo que acontece relativamente a menudo, dado que se busca tener una voluntad propia!) una ligera corrección de ruta reacomoda las cosas. Y para tí son verdaderos missing time. De pocos segundos, de pocos minutos...cosas casi imperceptibles. Pero suficientes para cambiar el curso de los acontecimientos que tú estabas haciendo andar en otra dirección. Tengo que decir que es agotador! Imagínense intentar ir en una dirección y sufrir continuas desviaciones, sin poder explicarse por qué suceden. Es para volverse locos. Por último Gruñón es el más hábil "chupador" de energía, o si queremos decir así, de Ánima. Con él están a la orden del día, el cansancio, la debilidad, incapacidad para manejar la vida cotidiana con la carga necesaria. Pero atención: no es un estado constante. Hay picos, como si fuesen horas pico en donde el Seis dedos trabaja más. Sientes propiamente como un embudo que chupa hacia afuera todas tus fuerzas, pierdes claridad mental, energía, te sientes morir.
Es, entonces, fácil entender que cuando se logra eliminar a este parásito que estorba, las cosas cambian netamente y se lo percibe también netamente!

Todavía hoy, reviviendo esos instantes me siento feliz, un goce indescriptible.
Levedad, increíble, efervescente levedad, fué la sensación siguiente. Y luego una serie de emociones fortísimas que me bailaban en el pecho, haciendo una fiesta.
Volvía a encontrar mis emociones.
Por mucho tiempo ahogadas, por el miedo de esa rabia subterránea, que no me pertenecía, ahora podían cantar, gritar, hacerse sentir. No tenía más necesidad de reprimir nada. No había más "peligros" dentro mio.
Claro, durante años había vivido condicionada por la presencia de este parásito. Y los condicionamientos son mecanismos que tienden a persistir aún cuando se ha eliminado la fuente. He tenido que trabajar sobre mí misma, porque recaía, por momentos, en el antiguo miedo "de los otros". Todavía me sucedía temer que su acercamiento a mi zona íntima habría causado problemas...Pero fué un trabajar placentero. Un trabajar que sientes "trabajar" justamente, dentro tuyo. Sientes que sirve para algo. Sientes que está dando frutos. Y los ha dado...los está dando.
Las emociones son un gran recurso. Una serie de energías preciosísimas que tenemos adentro nuestro. Aprender a reconocerlas, vivirlas, usarlas, nos hace crecer de prisa. La felicidad, el amor, hasta la rabia, la tristeza...las emociones menos placenteras, si son vividas con sinceridad pueden darnos mucho.
Gané también en claridad sobre elecciones hechas durante el curso de mi existencia. Comencé a entender que muchas podrían no haber sido mías. Que Ellos habrían podido pilotearme en la elección de los estudios, del trabajo, del lugar donde vivía y en tantas otras cosas. Entender ésto, fué un paso fundamental para darme cuenta en manera consciente de la presencia de la MAA de Orange. Hasta que no reconocí que había sido piloteada no podía entender como la MAA estaba actuando en mi vida.
No teniendo más al Seis dedos que me chupaba buena parte de mis energías, me sentí cada día más fuerte, física y psicológicamente, cada día más determinada, cada día más llena de ganas de hacer, de seguir adelante en la vida, hacia la liberación.
La MAA de Orange instalada adentro de mi cabeza tenía el nombre Vasch. Era un científico e investigador y como se podrá entender, tenía un cerebro demasiado importante para su raza, como para que fuera perdido con la muerte de su contenedor.
Para comprender cuánto gravemente hubiera influenciado en mi vida, les baste saber que hice una carrera científica y trabajé durante años como investigadora. Todo lo referente a la biología y la genética para mí no tenía secretos. Me resultaba todo hasta demasiado fácil. Sin mencionar la relación extraña que, con los Orange, he siempre tenido, encontrándome en medio de un impulso dual: por una parte con el miedo a que ellos volvieran, por la otra, con el deseo de volver a verlos, sintiendo casi una suerte de nostalgia hacia aquellos rostros de pómulos altos, con ojos almendrados y con la piel bronceada. Son todavía para mí, seres bellísimos. Como están todavía, adentro de mi cabeza, las memorias de Vasch que no me pertenecen, pero que siento, de un modo extraño, parte de mí. Cuando la MAA es echada, de hecho, quedan en nuestro cerebro los recuerdos del alienígena bajo forma de Memoria Pasiva. Una suerte de archivo de datos. No está más la consciencia del parásito, pero queda la registración de su vida.
Con respecto a una Memoria Activa es seguramente mucho más fácil de manejar!
Texto original: www.ufomachine.org